En este punto, hay varias opciones. Las más «estándar» son los distintos hospedajes de la localidad (hoteles, hostales, pensiones, casas rurales…) que, aunque son pocos y no son ningún 5 estrellas, cumplen su función. Si tienes pensado alojarte de este tipo, recuerda reservar tu habitación lo más rápidamente posible ya que, el festival anterior se quedaron sin habitaciones muchos meses antes del Liru, así que no te despistes.
Si, por el contrario vas a la aventura de un festival más puro, hay una zona de Acampada Libre en la que el lema es «tonto el último«, ya que según llegues con tu tienda de campaña, te la montas dónde y como mejor te venga (aunque hay que decir, que el año pasado fuisteis unos soles y os colocasteis tan bien, aprovechando al máximo el hueco que parecía que os habían dirigido para que todo estuviese en cuadrícula).
Pero, si por el contrario, quieres un punto intermedio (ni tan cómodo como un hotel ni tan «salvaje» como la acampada libre), ahí esta el Glamping: una empresa alquila sus tiendas de campaña, las monta y adecua para que tu sólo te tengas que preocupar de disfrutar. Tiene seguridad 24h y WCs así como duchas sólo para lo que usan el Glamping (las de la piscina municipal, así que no está tan mal… Además de que hay algún que otro enchufe por si os queréis secar el pelo o cargar el móvil).
En las tiendas de campaña (sea Glamping o Acampada Libre, recomendamos que os llevéis ropa de abrigo (saco de dormir, manta… algo) que, aunque esto no esté en el norte, el frío es muy potente y, por las noches te vas a acordar del nórdico de tu cama.